Los Puntos limpios son instalaciones especiales donde los ciudadanos pueden depositar aquellos residuos que, por sus características o componentes, deben recibir un tratamiento especial distinto al vertido.
En el interior del Punto Limpio existe un contenedor para cada tipo de residuo, de forma que el ciudadano tenga claramente identificado donde debe depositar los residuos.
Algunos de estos residuos que se pueden separar de forma selectiva en un Punto Limpio son residuos no peligrosos, tales como muebles y enseres y restos de podas, y residuos considerados peligrosos como envases de pinturas, pilas, baterías. Además, se gestionan residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (electrodomésticos, ordenadores, móviles) baterías, tubos fluorescentes, etc.
Este tipo de instalaciones han sido construidas, en su mayoría, por la actual Consejería de Agricultura para su posterior entrega a los Ayuntamientos, que son los titulares de estas instalaciones y, en ocasiones, por los propios Ayuntamiento con cargo a los fondos económicos de planes especiales.
Son los propios Ayuntamientos, mediante la firma del oportuno Convenio administrativo, los que encomiendan al Consorcio la gestión de los residuos depositados en este tipo de instalaciones.
Actualmente, el número total de Puntos Limpios gestionados por el Consorcio, a través de Gesmat, asciende a 45 instalaciones.